domingo, 3 de octubre de 2010

¿Es lícita la pregunta de sentido?

Y yo que sé, pensé al principio. La verdad, no había entendido la pregunta: ¿sentido de qué?, ¿de significado?, ¿o sentido de dirección?. Sin saber aún de qué sentido era, ya sabía la respuesta gracias a Pipol.
-Sí, es lícita.
Y yo seguía sin saber de qué sentido se trata. Pues bien, es el sentido de finalidad.

Al fin lo entendí, la pregunta era más simple de lo que pensaba, aunque compleja al mismo tiempo. ¿es una tontería o no preguntarnos si nuestra vida tiene sentido?
No, no es una tontería, eso seguro. La vida posiblemente sea algo que no seamos capaces de comprender, pero cualquier intento de comprenderla es bienvenido. A ver, sabemos que los animales se mueven por sus instintos, actúan sin pensar que consecuencias traen sus actos, y también sabemos que nosotros podemos pensar qué acciones vamos a realizar, teniendo en cuenta lo que eso conllevaría. Por poner el ejemplo que nos contó Pipol en clase, vamos a hablar de salmones: ellos nacen en lo alto del río, y luego bajan por él hasta el mar. Cuando tienen que poner los huevos, vuelven a su río natal y lo nadan corriente arriba, saltando los posibles desniveles. Si el desnivel es demasiado grande, lo siguen intentando hasta morir. Es decir, los salmones actúan por instinto, y como nosotros no somos salmones, no tenemos por qué actuar así. Esto se debe a que tenemos la llamada libertad radical, que nos permite tomar decisiones libremente.
No debemos confundir la libertad con libertinaje: no es hacer lo que nos apetezca cuando queramos, es el poder tomar decisiones libremente, sin que nadie nos coaccione. De nuevo, repitiendo el ejemplo de Pipol (¿qué haríamos sin él?), cuando decides casarte con alguien no significa que eres menos libre por no poder estar con otras personas, si no que LIBREMENTE tú has decidido actuar de esa manera.

Teniendo en cuenta esto (que no nos movemos instintivamente y podemos elegir gracias a nuestra libertad radical), la ''pregunta de sentido'' tiene una respuesta, a priori, clara. El sentido de la vida, la finalidad de nuestra vida, es buscar la felicidad. Cada uno la busca a su manera, porque cada uno es como es, pero todos la buscamos.


Alejandro y Adrián.